Cuando los chicos de 3º grado vieron el trabajo realizado por los chicos de 4º, se entusiasmaron tanto con el cuento leído y el armado del auto, que se pusieron a leer el plano enseguida, identificar las piezas y, en grupos, comenzaron la actividad.

Esta vez estábamos solos, sin padres. La señorita Luz y Patricia, bibliotecaria, nos ayudaron a poner los tornillos.

¡Hasta las chicas gastaron el destornillador por hacer tanta fuerza!

Pero finalmente llegaron, después de un tiempo, a lograr terminar con el trabajo

¡Las caritas de felicidad lo dicen todo!

¡Buen trabajo 3º grado!